Los calores del verano van remitiendo poco a poco, las temperaturas nocturnas se muestran ya demasiado frescas y por supuesto todo esto se empieza a reflejar en el huerto.
En las tomateras se aprecia el color de las plantas envejecidas con las hojas apagadas y arrugadas, los tomates pasan del color verde al amarillo pero les cuesta mucho ponerse rojos, soy consciente de que muchos tomates no llegaran a ponerse para pelar y comer en ensalada en su punto. Los que queden verdes también pueden tener buen destino para uso en confitura. Pero me doy por satisfecho de su rendimiento en general, aunque vigilando planta a planta es verdad que de alguna esperaba más.
Sin embargo los melones, calabazas y pimientos continúan luciendo gran cantidad de flores, pero claro la mayoría se quedará en eso flores y nada más.
Hoy he recogido 7 kilos de buenos tomates y 3 de calabacines pero esto se acaba y en los próximos días en cuanto a los tomates solo quedarán el recuerdo de la buena cosecha y a esperar el año que viene.
Saludos y hasta la próxima entrada.
